Estando en una relación ya sea de corta o larga duración, nos enfrentamos a dificultades, discusiones, desacuerdos, conflictos y sinsabores. Es normal. Las relaciones se forman por individuos diferentes con sus propias maneras de ver la vida. Cada uno con una mirada particular del mundo, con sus propias necesidades y deseos. Conciliar estas visiones, a veces muy distintas, es un reto que en ocasiones trae consigo decepciones, tristezas, disgustos, frustraciones y dolor. ¿Significa esto que el amor duele?
La repuesta a esta pregunta es un rotundo NO. El amor no duele. Duele la deshonestidad, las palabras no escuchadas, las mentiras, el silencio, la indiferencia; pero el amor NO. El amor es disfrute, placer, bondad, cercanía, compañerismo, honestidad, consideración, escucha, comprensión, pasión y respeto.
Cuando queremos a alguien no le hacemos daño deliberadamente. No ignoramos los sentimientos de la otra persona, todo lo contrario. Pensamos en el otro antes de actuar y de tomar decisiones que también le afecten. Sin embargo, podemos herir sin la intención de hacerlo; la diferencia es que, cuando queremos de verdad, lamentamos herir a quien nos quiere, lo reconocemos, nos disculpamos, reparamos y nos proponemos no volver a lastimarle.
Si estás en una relación en la que el otro te hace daño constantemente, probablemente no sea amor lo que estás sintiendo. Si estás con alguien que no toma en cuenta tus sentimientos, deseos ni necesidades; es altamente probable que no te quiera. Si permaneces al lado de una persona así, es probable que no la quieras. Esto no es amor, es dependencia. Y eso sí que duele. Duele necesitar al otro para ser feliz, duele no poder tomar tus propias decisiones sin el beneplácito del otro, duele sacrificar tus deseos y necesidades a favor el otro. Duele aguantar maltratos por el miedo a perder a la otra persona. No te engañes, esto NO es amor.
El amor sano comienza por tu amor propio, por el respeto hacia ti misma (o), por escuchar tus propias necesidades y buscar satisfacerlas. Quererte a ti misma (o) significa ponerte en primer lugar y sentir que eres suficiente. Es entonces cuando estás en la capacidad de querer a otra persona porque ya sabes lo que es el amor de verdad, el sano, el que nutre y da felicidad.
No caigas en la trampa del amor romántico y sufrido que te venden las canciones, las películas y los culebrones de la televisión.
¡EL AMOR NO DUELE!
Pisc. María José Castreje
22/06/2022
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